Selección Española, una entidad privada “sin ánimo de lucro”

Paso a copiar un artículo extraído de la web http://periodismohumano.com sobre la selección española de fútbol. A parte de que yo ODIO (con todas las letras) el fútbol, es increíble que los jugadores se puedan llevar tanta pasta con la crisis que estamos sufriendo. Aunque lo más fuerte es que la gente los apoye, en lugar de criticarlo (como hacen con políticos, empresarios, banqueros, las protagonistas de "Mujeres Ricas"...). Así nos va.


Hay otro asunto más casero: las primas a los jugadores de la selección española si logran ganar el campeonato, 600.000 euros por barba. En contra de lo que sucede cuando se habla de grandes banqueros, de grandes empresarios o de ricos en general, si se duda de si es ético que en tiempos de crisis que los futbolistas cobren esa suma, tu yugular pude correr peligro. Sólo hace falta echar un vistazo a algunos comentarios en redes sociales o en los periódicos deportivos para comprobar la tolerancia y la comprensión que se respira.

Si España gana el título, millones de ciudadanos saldrán a la calle para celebrarlo con una sola voz. Para muchos podría ser la única alegría de un año durísimo. ¿Alguien es capaz de ponerle precio a eso? (editorial de Marca, 8/06/10)

Aparte de este de arriba, hay otro argumento de peso para dar por lógica la prima: la Selección Española de Fútbol es una empresa privada, se dice por todas partes. “La FIFA da dinero a las selecciones según avanzan en el campeonato”, aclaró hace poco Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte. Si España gana el Mundial, recibirá 30 millones de euros. “Comprendo que esto hiere la sensibilidad de la gente en momentos como éste, pero no hay ni un euro público, mientras sea dinero privado y no nos cueste a los españoles, que cada uno haga lo que quiera“, ha dicho Lissavetzky.

No, espera. ¿La Roja es una empresa privada? ¿Como el Santander? ¿Como la pescadería de mi barrio? Sí, y la relación oficial como Estado con ella no es mayor que la que tenemos con Rafa Nadal cuando gana un torneo, parece ser. Pero, ¿y el himno? ¿Y la presencia de la Casa Real y el Gobierno? ¿Y el escudo y la bandera? Pues eso, lo mismo que con Nadal S. A..

Pero sin embargo, la Federación Española de Fútbol…

  • es “una entidad asociativa privada, si bien de utilidad pública (…) que posee patrimonio propio y carece de ánimo de lucro“, según sus estatutos y una resolución del propio Gobierno. Es la misma figura legal de las asociaciones culturales o de la mayoría de las ONG, que reporta beneficios fiscales
  • recibe subvenciones y tiene la potestad de controlar su administración entre las asociaciones menores que la conforman. La mayoría de las subvenciones se dedican a cursos de formación y el trabajo de las categorías inferiores del fútbol, aunque la justicia ha tenido dudas en los últimos años.
  • ostenta, según recoge la propia Ley del Deporte, “la representación de España en las actividades y competiciones deportivas de carácter internacional”.
  • tiene el monopolio del fútbol a efectos prácticos: “Sólo podrá existir una Federación española por cada modalidad deportiva”, dice la Ley.

Por tanto, no se puede decir que la selección española sea una empresa privada. Se parece más, legalmente, a una ONG o en todo caso a una empresa pública de gestión privada, como las de limpieza municipal, o como las que gestionan el abastecimiento de agua. Lo que la diferencia de éstas y del resto de federaciones es que es económicamente rentable y autosuficiente gracias a los patrocinadores y al dinero que genera la fama en general.

Lo que le da la FIFA a La Roja durante el Mundial le da para las primas y mucho más. Si realmente fuera una Sociedad Anónima, podría repartir sin complejos sus beneficios entre los ’socios’, los jugadores en este caso. Pero volvamos al punto anterior, el que la define como “una entidad asociativa privada (…) que carece de ánimo de lucro”, es decir, que sus beneficios deben revertir en la mejora del funcionamiento y no en el reparto de riquezas. Eso no quiere decir que sus trabajadores no cobren y de hecho el reparto de bonus es perfectamente legal.

Pero la Federación tiene otras opciones más fieles a la filosofía de una empresa sin ánimo de lucro, como por ejemplo meter ese dinero en las categorías inferiores o en nuevos centros deportivos. Y sin embargo, parece que no nos deben nada porque en el fútbol, también, somos consumidores y no ciudadanos, y el pacto termina cuando el árbitro pita el final. Cuestionar si como personas que hacemos un esfuerzo económico o nos prestamos a impactos publicitarios, nos mereceríamos unas condiciones algo más éticas en la relación con el producto que consumimos – y que además nos representa nacional y emocionalmente – ya sería demasiado por hoy.

ENLACE: http://periodismohumano.com/economia/seleccion-espanola-s-a-y-otras-contradicciones-del-mundial.html

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